Hay pocas sensaciones comparables a la de pasear por un mercadillo vintage. Mientras recorres sus paradas casi pueden oírse los susurros de las cientos y cientos de historias distintas que cuentan los objetos. Una lámpara de banquero que iluminó largas tardes entre números, faroles que alumbraron veladas alrededor de la mesa, leñeras de forja convertidas en encantadores revisteros o preciosos paragüeros de porcelana perfectos para colocar en el recibidor los próximos meses. Te invitamos a pasear por las imaginarias calles de Portobello en Londres, del mercado de las pulgas de París o del Maxwell Street Market de Chicago para que descubras verdaderos tesoros de aire vintage.