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La decoración de la habitación de bebé es muy importante. Cuando se acerca la llegada de un nuevo miembro a la familia, además de tener preparados todos los accesorios para su higiene, es importante que cuente con un espacio agradable y relajante porque en él pasará –junto a ti– muchas horas. Mobiliario práctico, textiles suaves y una buena iluminación, son básicos. En este artículo nos centraremos, en concreto, en la iluminación del cuarto del bebé. ¿Quieres conocer las claves para acertar con ella?

La importancia de la luz natural

Cuando hablamos de la iluminación del cuarto del bebé, no nos referimos solo a colocar lámparas aquí y allí. También nos referimos a la luz natural ¡y es que es más que importante! Disponer de una ventana por la que entre claridad es básico para crear un ambiente agradable en el cuarto del bebé y ahorrar energía al mismo tiempo. Cuanta más luz natural, menos tendremos que darle al botón de encendido de la lámpara y nuestro bolsillo lo agradecerá. Dispón los muebles de tal manera que no obstaculicen la entrada de luz y coloca el cambiador cerca de la ventana, y la cuna, lo más alejada posible. No debe preocuparte que la estancia tenga exceso de luz porque siempre podrás tamizarla con estores, visillos o cortinas.

¿Qué iluminación artificial necesita el cuarto del bebé?

Te contamos qué tipo de luz encontramos en los cuartos de bebé que son más adecuadas:

  • Luz general: potente y uniforme, que ilumine desde el techo o desde las paredes, que no genere sombras y que alcance todos los rincones del cuarto para que ninguno quede en penumbra y resulte incómodo o genere sensación de inseguridad a tu pequeño. Lo ideal en la iluminación del cuarto del bebé es instalar lámparas colgantes antes que focos empotrados en el techo. Aportarás un plus decorativo al espacio y estimularán mucho más a tu hijo.
  • Luz ambiental: en forma de lámpara de sobremesa, de pie, desde el suelo… Si cuentan con reguladores de intensidad, mucho mejor, porque los bebés necesitan una luz sutil. Crearán un ambiente mágico, agradable y suave, a la vez que destacarán las piezas que desees: una cómoda, un estante con cuentos, un rincón con una butaca… Además, al crear contrastes iluminando más unos rincones que otros, conseguirás generar sensación de profundidad. Pero ten en cuenta que cuando tu bebé empiece a caminar, todas las lámparas que estén a su alcance pueden ser peligrosas. Piensa bien dónde las colocas para que no llegue a ellas y así ganar seguridad.
  • Luz puntual: se trata de lámparas o focos que aportan una luz directa y suave sobre un punto concreto y que ayudan a ganar comodidad a la hora de realizar trabajos concretos como cambiar el pañal del bebé o leerle un cuento.

¿Es mejor elegir una luz cálida o fría?

Una de las dudas más frecuentes de los padres es qué tipo de luz elegir para la iluminación del cuarto del bebé. Tradicionalmente se ha considerado la luz blanca o fría como la mejor, pero no es así. Este tipo de luces son adecuadas, por ejemplo, para estudiar o para lámparas de techo. Sin embargo, cuando queremos tener una luz de ambiente, que ilumine a la vez que nos relaje tanto a nosotros como al bebé, es mejor optar por luces con tonalidades naranja. Al ser mucho más cálidas y suaves, ayudan a relajarnos y a conciliar el sueño más fácilmente. En concreto, instalar luminarias con luz cálida de 3000K es aconsejable para ayudar a que tu bebé se relaje y pueda conciliar el sueño antes, y es que nuestro cerebro relaciona esta temperatura lumínica con el momento del descanso.

Ponle una luz quitamiedos

Durante la noche, muchos bebés necesitan una pequeña luz para sentirse más seguros. Una luz quitamiedos resolverá este problema y al mismo tiempo servirá como detalle decorativo. Las luces quitamiedos son muy comunes en las habitaciones infantiles. Las lámparas de este tipo ayudan a que los peques se acostumbren a dormir solos y sin miedo durante la noche, porque, al ver una pequeña luz, se sienten más protegidos de la oscuridad.

¿Cómo elegir una buena luz quitamiedos? Además de contar con una luz quitamiedos bonita, es importante que también tenga otras características:

  • Que sea segura y que cumpla con las garantías y certificados adecuados
  • Que sea pequeña para que el niño no se acostumbre a demasiada luz
  • Que tenga un temporizador para que no esté encendida toda la noche
  • Que tenga una forma infantil para que le llame la atención

Existen multitud de modelos de lámparas quitamiedos. Dependiendo del estilo que tengamos en la habitación del peque, podremos elegir una luz u otra. Algunas de las formas de lámparas más populares son: estrellas, nubes, unicornios, ositos o lunas, por ejemplo.

Como has podido ver, en la iluminación del cuarto del bebé, tanto la luz natural como la artificial son muy importantes para generar un ambiente agradable, seguro y lleno de magia.

Luces ideales para el cuarto del bebé