Imagínate abrir la puerta de tu casa y econtrarte un recibidor como este... ¡Qué bonita bienvenida! Si a tu recibidor le falta luminosidad, dale calidez con lámparas de sobremesa y espejos que reflejen su luz. ¡Ah! Y no te olvides de disponer un espacio con cestas: te ayudarán a almacenar y mantener el orden.