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Tener un jardín vertical es un pequeño placer. Y no solo porque sea una forma de llevar la naturaleza a casa o de refrescar los ambientes. No hay que olvidar que las plantas también purifican el ambiente, que crean espacios más acogedores y que tienen un efecto desestresante. Hay más. Los jardines verticales saludables son muy decorativos y apenas ocupan sitio. Por ello, son una solución ideal en terrazas, pero también han comenzado a introducirse con fuerza en la decoración de interiores. En cualquiera de los casos, es importante tener en cuenta que no basta con elegir las plantas según las condiciones de luz o temperatura del lugar en el que se va a instalar el jardín. Para que se mantenga en perfecto estado, es esencial un buen mantenimiento.

1. Elige bien la estructura

Es la base para un jardín vertical saludable. Y tiene su relevancia en su mantenimiento posterior. La razón es sencilla: esa estructura va a estar en contacto con la humedad que las plantas necesitan. Si no está protegida o no es de un material lo suficientemente resistente, la corrosión puede acabar afectándola.

2. No sobrecargues el jardín vertical saludable

En un jardín vertical, las plantas no tienen mucho sustrato. Esto implica que hay mayor competencia por la alimentación. Es cierto que se suelen elegir especies con poca raíz y que son menos exigentes, pero si su número es muy alto, cabe la posibilidad de que no crezcan como deberían. Es el desarrollo del jardín el irá indicando si puedes colocar alguna planta más o no.

3. Riego: el justo

En este tipo de jardines es más fácil que el riego sea desigual y que haya plantas que reciban más agua de la que necesitan, y al contrario. Para que se mantengan en perfecto estado es importante ajustar bien el riego y lo más sencillo es el goteo. No solo es un sistema que se controla con mayor facilidad, también es más cómodo y mucho más eficiente. Eso sí, en zonas de mayor insolación, los goteros deben proporcionar mayor caudal.

4. Vigila el drenaje para un jardín vertical saludable

Para tener un jardín vertical saludable necesita un buen drenaje para evitar, precisamente, que un exceso de agua acabe acumulándose. Si eso ocurre, se corre el riesgo de que aparezcan hongos y enfermedades o incluso que se pudran las raíces de las plantas. Para ello, conviene asegurarse de que la malla geotextil está en buen estado.

5. Controla la iluminación

La luz es fundamental para que las plantas puedan crecer sin problemas, pero no siempre soportan la incidencia directa de los rayos solares. Si quieres que tu jardín vertical se mantenga en perfectas condiciones, lo ideal es que no esté demasiado expuesto al sol y, si lo está, busca soluciones que puedan darle un poco de sombra.

6. Haz limpieza de vez en cuando

En líneas generales, el mantenimiento de un jardín vertical no difiere demasiado del de cualquier otro. Por eso, también debes asegurarte de que las plantas tienen sustrato y nutrientes suficientes. Además, debes revisar que no haya ejemplares enfermos, ten en cuenta que en un jardín de este tipo es fácil que cualquier enfermedad se transmita con enorme rapidez. Y periódicamente conviene sustituir esos ejemplares que se hayan marchitado o no estén en perfectas condiciones.

¡Así conseguirás tu jardín vertical saludable!

Con estos consejos conseguirás que tu jardín vertical se mantenga siempre bonito. Será así ese tapiz vegetal que dará vida y frescor a la terraza o a cualquier otro espacio de la casa en el que se encuentre.

¿No tienes buena mano con las plantas? En ese caso, no tienes que renunciar a tener un jardín vertical. Puedes hacerlo con plantas liofilizadas o preservadas. Son plantas que se han sometido a un tratamiento especial para que mantengan su aspecto natural, aunque no necesitan mantenimiento. Eso sí, son más adecuadas para espacios interiores que exteriores.

Fuente: Habitissimo