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El algodón es la fibra vegetal, y por tanto natural, más utilizada para la creación de textiles para el hogar debido a su buena relación calidad-precio, versatilidad y facilidad de mantenimiento. Tanto en moda como en decoración, la tela de algodón puede considerarse un imprescindible. Conoce sus beneficios, cuidados y aplicaciones para estar ¡entre algodones! 

Las 8 ventajas de una tela de algodón 

El algodón es un material que siempre ha estado de moda. Pero en los últimos años ha vuelto a cobrar más protagonismo ya que las tendencias apuestan por materiales sostenibles

  1. Es un tejido que absorbe la humedad y expulsa el calor corporal. Es muy transpirable, por lo que es muy apropiado para fundas de sofá y sábanas, en cualquier estación del año. 
  2. Se tiñe bien, así que ofrece múltiples y variados acabados para combinar fácilmente con la decoración de cada casa.  
  3. No genera electricidad estática, es aislante y soporta altas temperaturas.  
  4. Su mantenimiento es sencillo, se lava sin problema de 30 a 40 grados en la lavadora, se plancha fácilmente y admite el uso de lejía.  
  5. Hay muchos tipos de tejidos de algodón, en colores lisos o estampados. Su versatilidad, ¡nos chifla! 
  6. El algodón consigue crear un tejido suave, cálido y agradable para la piel.  
  7. En este caso la calidad no va reñida con el precio, ya que se trata de uno de los tejidos más económicos y más resistentes a la vez.  
  8. El algodón tiene la posibilidad de combinarse con fibras sintéticas, consiguiendo una fabricación de prendas más fácil y asequible tanto de ropa de calle como de casa. 

Pero, como todo en la vida, hay dos caras en la misma moneda. Y aunque el algodón posee todas las propiedades que hemos dicho, también se deben tener en cuenta ciertas desventajas (con fácil solución): se arruga con facilidad y puede encoger o ver alterado su color si no se lava con el programa adecuado. Fíjate siempre muy bien en la etiqueta del fabricante, para darle los cuidados más adecuados a cada prenda.  


¿Qué es el algodón orgánico? 

No todos los textiles de algodón son iguales. Los hay de mayor o menor calidad, según su composición o procedencia. De entre todos ellos, te aconsejamos el algodón orgánico. Se trata de una fibra para confeccionar textiles que se cultiva en terrenos donde está prohibido el uso de pesticidas, herbicidas y otros químicos tóxicos. Solo se permite el uso de fertilizantes naturales y se controla la calidad del suelo y del agua.  

Para lograr que un algodón se certifique como orgánico, sus condiciones de crecimiento han de ser supervisadas y certificadas por una de las múltiples agencias oficiales de comercio orgánico que existen repartidas por todo el mundo. Recuerda siempre que una tela solo puede definirse como orgánica cuando el 95% de su composición así lo sea. El uso industrial del algodón orgánico se encuentra en su mejor momento y hoy ya representa casi el 14% del algodón mundial. 

Sin duda, es la opción más sostenible y saludable respecto al algodón convencional, en el que se utilizan más del 10% de los pesticidas y cerca del 25% de los insecticidas mundiales, con todas las repercusiones que eso puede tener para nuestra salud. Además, el algodón convencional se blanquea con cloro, peróxido de hidrógeno, dioxina y formaldehído, entre otros componentes, antes de ser teñido. 

Así que si comparamos el algodón convencional con el orgánico, este último es más suave, mantiene el olor a limpio más tiempo, provoca menos alergias en la piel, su hilado tampoco utiliza productos químicos y detrás de su producción suele haber comercio justo. Su cultivo, además, no contamina ni las aguas ni el aire, mejora la calidad de la tierra y favorece su uso para nuevos cultivos.  

Y por si todo esto no fuera suficiente para decantarte por el algodón orgánico, piensa que estos tejidos son biodegradables. Las telas ecológicas y orgánicas se biodegradan naturalmente con el tiempo. Las fibras sintéticas, en cambio, liberan toxinas dañinas cuando se degradan.  


Aplicaciones en la decoración 

En general, el algodón es muy versátil y es uno de los tejidos habituales en cortinas, fundas de cojín, ropa de cama, toallas, alfombras (algunas de ellas lavables en la lavadora; con la comodidad e higiene que ello conlleva) mantelerías y tapicerías

También de algodón son las telas de popelín, que se usan para tapicerías finas. Y las de batista, usadas para realizar sobre todo complementos infantiles, protectores de cuna o colchas, o la cretona, usada en la elaboración de cortinas en decoración. 

Entre los productos estrella realizados con este material siempre de moda, encontramos las sábanas de algodón. ¿Cuál es el mejor hilo para este tipo de textiles? El algodón cardado y el peinado. En este último, las fibras resultantes de la carda pasan por un segundo proceso más fino, la peinadora, donde se acaban de eliminar las impurezas. Son más suaves, tienen más volumen, brillo natural y duran mucho más. 

Además, un tejido de algodón blanco es mejor que uno tintado o estampado, ya que conserva las propiedades orgánicas y naturales de la fibra de algodón prácticamente inalteradas. El proceso de producción es más corto, sencillo y ecológico, ya que simplemente requiere un mínimo tratamiento de descrudado y blanqueado. Las sábanas entre 200 y 400 hilos por pulgada son las más suaves y duraderas. Ten en cuenta que, por debajo de 200 hilos son más económicas, pero de menor calidad. Y es que para la ropa de cama el mejor material es el algodón. Mezclado con poliéster no se arruga tanto, pero mejor si el poliéster no supera el 50% de la tela para que no pierda suavidad. 

Y la cosa no queda ahí. Puedes incorporar el algodón ¡hasta en las paredes! Uno de los usos menos conocidos del algodón, pero cada vez más de moda, es el de los papeles pintados textiles. Capaces de crear superficies suaves y muy acogedoras, este tipo de papel lleva todos los beneficios del algodón a tus paredes. Para que estés, literalmente, entre algodones.