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Puede que a menudo pasen desapercibidas, pero son uno de los artículos protagonistas, sin duda alguna, de nuestro día a día en el hogar. Hablamos de las toallas. Y cómo nos gusta la sensación de suavidad y limpieza y, por supuesto, que desprendan un agradable aroma. Para conseguirlo, la clave está en saber cómo lavar las toallas. Te contamos todo lo que tienes que saber al respecto: cómo lavar las toallas nuevas, cómo quitar el olor a humedad de las toallas y cómo lavar las toallas para que queden suaves. ¡La guía definitiva para conseguir que estén siempre perfectas!

Cómo lavar toallas nuevas

Antes de usar tus toallas nuevas, es importante lavarlas para eliminar cualquier residuo químico que puedan contener y no de cualquier modo. Te contamos paso a paso qué rutina debes seguir.

  1. Separa las toallas por color. Lava las toallas blancas por separado de las toallas de colores para evitar que se manchen.
  2. Usa un detergente suave sin blanqueador. Los detergentes fuertes pueden dañar las fibras de las toallas y hacer que se vuelvan ásperas.
  3. Añade una taza de vinagre blanco durante el ciclo de lavado. El vinagre ayuda a suavizar las toallas y a eliminar cualquier residuo químico que puedan contener.
  4. Sécalas al aire libre o en la secadora a temperatura baja. No uses la secadora a alta temperatura, ya que puede dañar las fibras de las toallas y hacer que se vuelvan ásperas. Este truco es fundamental para conseguir un resultado perfecto. ¡Ya lo tienes!

Cómo quitar el olor a humedad de las toallas

En la cara b de las sensaciones agradables a la hora de echar mano de nuestras toallas, tenemos ese olor a humedad que se queda en ocasiones impregnando los tejidos. No te preocupes, te contamos cómo decirle adiós definitivamente y recuperar el buen aroma.

  1. Lava las toallas con agua caliente. El agua caliente ayuda a eliminar los gérmenes y las bacterias que pueden causar mal olor.
  2. Añade media taza de bicarbonato de sodio durante el ciclo de lavado. El bicarbonato de sodio ayuda a eliminar los olores desagradables.
  3. Sécalas al aire libre o en la secadora a temperatura baja. No uses la secadora a alta temperatura, ya que puede hacer que el olor a humedad se adhiera a las toallas. ¡Tus toallas estarán frescas y como nuevas!

Cómo lavar las toallas para que queden suaves

Con el paso del tiempo, el exceso de lavados y el uso continuado, nuestras suaves toallas pueden ir ganando en aspereza. Una sensación que no es para nada apetecible tras una buena ducha. Te ayudamos a que tus toallas recuperen su suavidad original con estos consejos:

  1. Separa las toallas por color. Lava las toallas blancas por separado de las toallas de colores para evitar que se manchen.
  2. Usa un detergente suave sin blanqueador. Los detergentes fuertes pueden dañar las fibras de las toallas y hacer que se vuelvan ásperas.
  3. Añade media taza de vinagre blanco durante el ciclo de lavado. El vinagre ayuda a suavizar las toallas y a eliminar cualquier residuo químico que puedan contener.
  4. Añade media taza de suavizante de telas durante el ciclo de enjuague. El suavizante de telas ayuda a dejar las toallas suaves y agradables al tacto.
  5. Sécalas al aire libre o en la secadora a temperatura baja. No uses la secadora a alta temperatura, ya que puede dañar las fibras de las toallas y hacer que se vuelvan ásperas.

Cómo lavar toallas y que mantengan su color: 4 consejos

No solo la humedad, también la decoloración es otra cuestión que influye en el aspecto de nuestras toallas y puede dar la sensación de que han envejecido prematuramente. Para evitarlo, debemos prestar, claro está, especial atención al momento del lavado. Te contamos cómo debe ser para conseguir que las toallas mantengan esos colores vivos que tanto nos gustan.

Consejo 1: Separa tus toallas por color

El primer paso para mantener el color de tus toallas es separarlas por color antes de lavarlas. Esto evitará que los colores se transfieran entre sí y se desvanezcan con el tiempo. Agrupa tus toallas blancas, grises y de colores claros en una carga y las de colores más oscuros en otra.

Consejo 2: Usa la cantidad adecuada de detergente

Es importante usar la cantidad adecuada de detergente al lavar las toallas. Demasiado detergente puede dejar residuos en la tela, lo que puede hacer que se vuelvan ásperas y pierdan su suavidad con el tiempo. Por otro lado, una cantidad de detergente demasiado escasa puede no limpiar adecuadamente las toallas, dejándolas con manchas y olores desagradables. ¿Lo mejor? Sigue las indicaciones de la etiqueta para averiguar la cantidad correcta.

Consejo 3: Evita el uso de suavizante de telas

Los suavizantes de telas pueden afectar la capacidad de la tela para retener el color y la suavidad en la textura.

Consejo 4: No uses agua caliente

El agua caliente puede hacer que los colores de las toallas se desvanezcan más rápidamente. Ya lo sabes: si quieres mantener el color vibrante de tus toallas, mejor lavarlas con agua tibia o fría.


Aprende a almacenar las toallas en tres sencillos pasos

Ya hemos hecho un repaso en profundidad sobre todos los aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de lavar las toallas, pero la cosa no termina aquí. Nos queda un paso realmente importante: el almacenaje.

Es común que una de las deficiencias que encontramos a menudo en nuestras casas es que no cuenten con todo el espacio de almacenaje que nos gustaría, especialmente cuando vivimos en pequeños apartamentos urbanos que tienen los metros cuadrados comprometidos. En estas situaciones, seguir un buen método de almacenaje se hace más importante que nunca.

No te preocupes: no hay nada que el ingenio ni una buena organización no puedan resolver juntos. Siguiendo estos tres sencillos consejos vas a saber cómo sacarle el máximo provecho al espacio disponible de almacenaje y encontrar tus toallas rápidamente.

  1. Separa las toallas por tipo y tamaño: Separa las toallas por su uso, por ejemplo, las de mano, las de baño y las de playa. ¡Va a ser mucho más fácil encontrarlas al primer golpe de vista! Te recomendamos, además, que guardes de manera separada las toallas de tamaño completo y las toallas pequeñas y de mano para facilitar su almacenamiento. La mejor forma de localizarlas en cuanto las necesites.
  2. Mantenlas en un lugar seco: Es importante que mantengas tus toallas en un lugar seco para evitar la humedad y el moho. Si guardas las toallas en un armario, asegúrate de que esté seco y bien ventilado.
  3. Evita doblarlas en exceso: Dobla las toallas en tercios o en cuartos para evitar pliegues innecesarios. De esta forma, ocuparán menos espacio y las encontrarás más fácilmente. Piensa que, si doblas las toallas demasiado, pueden perder su forma y volverse más difíciles de usar.

Consejo de lectura: aprende a doblar tus toallas como un profesional o siguiendo el método Mari Kondo, tenemos todos los trucos en nuestro artículo Cómo doblar toallas.

Cómo lavar las toallas y cómo almacenarlas de la manera más eficaz posible es todo un arte: uno de esos pequeños secretos cotidianos del hogar que nos hacen la vida más fácil y placentera y que, desde Westwing, nos encanta contarte.