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Ensaladera artesanal esmaltada Areia

Seguro que habrás oído hablar de ellas. Incluso puede que tengas piezas sueltas entre tu menaje del hogar. Las vajillas esmaltadas están de actualidad, aunque realmente se inspiran en platos y vasos antiguos de acero esmaltado, que se originaron hace más de dos siglos, nada más y nada menos, con el objetivo de lograr una vajilla popular, resistente y de bajo coste.  

Los diseños con esmalte se hacen a partir de procesos de fabricación tradicionales donde se combina un diseño versátil con un toque nostálgico. Este acabado se ha convertido en una de las opciones de moda. ¡Descúbrelo! 

Metal esmaltado: un material duradero con tradición  

La mayoría de vajillas metálicas esmaltadas actuales se realizan en acero al que se le aplica un esmalte, un acabado suave, brillante, libre de sustancia tóxicas, de gran resistencia, fácil limpieza y químicamente inerte. Busca que sean adecuadas para usarse en cocina de gas, vitrocerámica o fuego directo, así como aptas para bebidas calientes y frías o para cocinar en ellas. Es importante que sean sostenibles y ecológicas, para su uso al aire libre o en casa. Además, podemos convertirlas en algo único y personal, ya que algunas se pueden personalizar. 

  • ¿Qué es el esmalte? Es una masa inorgánica, compuesta principalmente de silicatos y óxidos. Su composición se produce a través de la fusión de cristal con un sustrato que se calienta a más de 750ºC. Esta masa se aplica posteriormente en forma de pasta a otros materiales como el metal o el vidrio. Los platos, las tazas, los accesorios de cocina (como medidores y cucharones), así como las ollas, sartenes y bandejas para hornear, se recubren con la capa de esmalte brillante. 

Las vajillas de porcelana esmaltada (también conocidas como enamel o peltre) están hechas de un cuerpo metálico recubierto por un esmaltado de porcelana vitrificada. La más típica es en color blanco con un borde azul o rojo, aunque hoy se pueden encontrar con filos de todos los colores, hasta con estampados y dibujos. 

Muchas ventajas y algún inconveniente  

Los principales ‘pros’ de las vajillas esmaltadas son que no se rompen, ya que si se caen se descascarillan pero no se te van a partir en dos como la porcelana normal; que se pueden usar tanto en cocinas eléctricas como de gas; y que son aptas para lavavajillas. 

El esmalte se caracteriza por su superficie lisa y sin poros; antibacteriana y resistente a los cortes y arañazos. Esto también hace que sea muy fácil de limpiar. Es importante evitar cepillos muy abrasivos como los de acero para no dañar la superficie de estos platos esmaltados. No utilice cepillos de acero o abrasivos agresivos cuando limpie los platos de esmalte para evitar dañar la superficie. 

El esmalte no solo es adecuado para elementos de vajilla, como platos y tazas, sino que además podemos encontrar otros productos recubiertos de este material, como moldes para hornear u ollas grandes. Y es que el esmaltado es perfecto para cocinar en el horno, ya que resistente muy bien el calor. ¡Ah! Y también es adecuado para las placas de inducción. 

Entre sus ‘contras’ están que se desportillan con los choques (aunque este inconveniente se puede convertir en una ventaja ya que, en cierto modo, esto les da un encanto especial) y que no se pueden usar en el microondas. Ya sabes, metal + microondas, mal asunto. 

La vajilla esmaltada está de moda  

La vajilla esmaltada está experimentando un fuerte regreso en los últimos años. Esto se debe a que empresas tradicionales como la austriaca Riess, fabricante de porcelana esmaltada desde 1922, ha vuelto a producir este tipo de piezas que tanta popularidad les dio. Se han hecho un hueco entre las vajillas modernas con más estilo.  

Las vajillas esmaltadas son aptas tanto para los amantes del estilo clásico como del moderno, ya que cuentan con una amplia variedad de colores y diseños. Los tonos pastel, especialmente claros, son los que más están triunfando en las cocinas actuales. Pero también los colores brillantes como el amarillo, el rojo o el verde tienen un hueco en este espacio.  

Sea como sea, ayudan a aumentar la sensación de calidez y frescura en la cocina o el comedor. Otras de las opciones que también hemos visto en platos esmaltados son colores como el blanco, azul, marrón o negro. Estos colores consiguen crear un ambiente rústico y de campo perfecto. Tanto en la mesa, como en las estanterías de la cocina, la vajilla esmaltada decora gracias a su esencia artesanal y atemporal que ¡nunca falla! 

Vajillas esmaltadas para esta primavera-verano 

Si quieres dar un aire fresco y estival a tu mesa, apúntate a la tendencia de los platos, tazas y fuentes esmaltadas. Son ideales para disfrutar en la terraza y dan el toque original y casual a tus mesas de exterior.  

Si la ocasión es informal, monta la mesa tipo pic nic, con manteles de cuadros y una vajilla esmaltada en su clásico blanco con ribete de color.  

Si preparas algo más especial, puedes combinar las piezas esmaltadas con tus vajillas de verano más coloristas. Para ello, escoge tazas y platos esmaltados en tonos menta y melocotón, que se sumarán genial a cerámicas en tonos pastel y cristalería de múltiples colores.  

Unas tazas o platos esmaltados pueden complementar las vajillas infantiles de maravilla. Recuerda que son resistentes y muy duraderas. Así que, son aptas para menores.

¿Te gustan las vajillas esmaltadas?