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El color ocre es la variedad más sobria y elegante del color amarillo. Decorar con color ocre es toda una declaración de intenciones: quieres luz, sí, pero no a cualquier precio. A ti te van los espacios luminosos y cálidos, pero que sean sobrios y sofisticados. Además, si el color amarillo nos hace pensar en el verano, en el sol brillante; el ocre nos transmite una energía más otoñal y nos recuerda al color de las hojas envejecidas. Descubre este color de moda y cómo puedes combinarlo en tu casa.

Color ocre: conoce sus características

El ocre es un tono terroso cálido derivado de los pigmentos naturales de la arcilla y los minerales. Se suele utilizar en decoración de interiores para evocar una sensación de calidez, intimidad y conexión con la naturaleza.

El ocre puede ir del amarillo pálido al marrón rojizo intenso, lo que lo convierte en una opción versátil para varios estilos de diseño. Combina bien con tonos neutros y colores complementarios, añadiendo profundidad y carácter a un espacio. Ya sea como acento o como color principal, el ocre puede crear una atmósfera acogedora y armoniosa en el diseño de interiores.


¿Con qué colores combina el color ocre? 

El color ocre queda perfecto en cualquier espacio. Incluso en habitaciones infantiles. Y puede considerarse un tono neutro como el beige o el gris, ya que queda bien acompañando a muchísimos tonos.  

  1. Con blanco. Es una combinación muy poco arriesgada. Luminosa pero suave. Ideal para ambientes con cierto aire nórdico. 
  2. Con gris. El ocre y el gris son dos tonos sobrios que se ayudan entre sí. Para espacios discretos que buscan la calidez sin pasarse, clásicos o urbanos.  
  3. Con marrones. Calidez máxima. Para ambientes rústicos que buscan ser muy, muy acogedores.  
  4. Con verdes y azules. El color ocre y estos dos tonos fríos, sobre todo en sus gamas más intensas, crean espacios de cierto aire retro. Son tonos ideales para combinar con muebles tipo Mid Century. 
  5. Ocre y negro. Estilo industrial al 100%. Una combinación sobria y elegante, muy muy potente. 
  6. Rojizos y ocre. Los burdeos y terracotas quedan muy bien con los ocres pero ambos tonos son tan intensos que es mejor que uno de ellos aparezca solo en pequeños toques y que haya otro color bisagra (entre los dos) que los suavice, como puede ser el blanco o el madera. 

Lo ideal es decorar con toques de ocre porque un exceso de él puede saturar. De hecho, una sola pieza ocre puede ser suficiente para decorar un espacio. ¿Un ejemplo? Una butaca ocre, a poder ser de terciopelo, un tejido que le sienta muy bien a este color, no necesita nada más en ocre para convertirse en el centro de la estancia y dar color y carácter por sí sola al ambiente. 


¿Ocre o mostaza? 

Aunque tanto el ocre como el mostaza son colores cálidos de base amarilla, el ocre abarca una gama más amplia de tonos terrosos, mientras que el mostaza es un tono específico y más vibrante de amarillo con un fuerte subtono marrón o dorado. La elección de uno u otro en interiorismo depende del ambiente y la estética deseados para el espacio.


¿Dónde incorporar el color ocre en decoración?

Si no sabes de qué manera añadir este color en tu casa, aquí tienes algunas ideas:

  1. Butacas. Perfectas para el salón.
  2. Un pequeño mueble en cualquier estancia de la casa. Dale protagonismo colocándolo sobre una pared o blanca o de color intenso. Y decóralo de forma escueta, porque el color ya lo destacará lo suficiente.
  3. Sillas. Puedes incluso combinar sillas de distintos estilos y colores alrededor de la mesa. O bien unas sillas ocres y otras blancas y de madera, una opción un scandi. 
  4. Cojines. Siempre es ideal para dar un toque de cálida luz al sofá.
  5. Plaids. Lo mismo que los cojines. El color ocre tiñendo textiles es perfecto para dar abrigo y claridad a los espacios de forma sofisticada.
  6. Paredes. Es una apuesta arriesgada pero queda de fábula. Sobre todo combinado con muebles o de madera natural (clara u oscura) o de colores intensos como azules, verdes o negros. El efecto es brutal.
  7. Alfombras. Una forma de dar calidez a los espacios sin abigarrarlos. Vestir el suelo es una solución que no ocupa nada y, en cambio, su efecto es muy potente. Abrigo y clase sin necesidad de mucho más.

¿Qué nos transmite el color ocre? 

Su luz tenue hace que los espacios resulten más cálidos y que tengamos la sensación de que son más grandes de lo que realmente son. Pero, además, es un color que consigue transmitir mucha fuerza y un sentimiento de independencia, porque es un tono con mucho carácter que crea espacios muy personales y únicos. 

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