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Limpieza primaveral

Es de esas tareas imprescindibles que vamos postergando a la espera de un momento ideal que parece no llegar nunca. Pero más tarde o más temprano habrá que enfrentarse a esa limpieza primaveral. El consejo es no retrasarlo por una cuestión práctica: hay que hacer sí o sí el cambio de armario. ¿Cómo afrontar esa limpieza primaveral sin agobios? ¿Es posible hacerla con mucho menos esfuerzo del que pensamos? La respuesta es sí. Pero, para ello, debemos poner en práctica algunos trucos y consejos.

1. Marcar en rojo el calendario

Es la clave para vencer esa pereza: proponerse una fecha inamovible. Según se acerque el día, es fácil que aparezca la tentación de dejarlo para más adelante. Hay que resistirse. Un consejo es no agobiarse antes de tiempo y elegir unos días más “cómodos”, es decir, un fin de semana largo que nos permita descansar un poco al acabar de limpiar, una época de menos estrés en el trabajo, etc.

2. Preparar un plan de ataque

Todo será mucho más fácil si preparamos un pequeño planning con esas tareas que es imprescindible realizar y establecer un orden, habitación por habitación. También hay que apuntar esos otros trabajos puntuales: engrasar esa puerta que se atasca, arreglar un pequeño arañazo en una pared o poner unas mosquiteras nuevas.

Dos consejos más. El primero es comenzar siempre por aquellas estancias que dan algo más de trabajo, es decir, limpiar la cocina y baño. De esta forma, la limpieza de las demás habitaciones será mucho más ligera. Y, el segundo consejo es ajustarse a esa agenda al pie de la letra, todo irá mucho más rápido.

3. Revisar el armario de la limpieza

Cuántas veces nos ha pasado que hemos ido a usar un producto que no empleamos a menudo y nos hemos dado cuenta de que apenas quedaba. En una limpieza primaveral puede retrasarlo todo. Por lo tanto, debemos hacer un pequeño inventario para asegurarnos de que cuando llegue el momento tenemos todo lo que nos va a hacer falta, tanto limpiadores como utensilios.

4. Deshacerse de lo que ya no sirve

Primer paso necesario de esa limpieza primaveral: vaciar los armarios, desprendernos de todo aquello que ya no vamos a utilizar y tirar todos esos productos que siempre tenemos olvidados y han caducado. De esta forma vamos a conseguir un espacio precioso para guardar toda esa ropa de casa (mantas, nórdicos, alfombras, etc.) que ya nos estorban cuando empiezan a subir las temperaturas.

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5. Llega el momento clave: tener todo a mano

Es el momento, el día de esa limpieza primaveral. Antes de empezar, es importante asegurarnos de que disponemos de todo lo que vamos a necesitar para limpiar cada estancia. Si tenemos que ir cada poco tiempo al armario de la limpieza a por eso que se nos ha olvidado, perderemos un tiempo precioso.

En lo que respecta al orden de limpieza. Siempre de fuera a dentro y de arriba abajo. Se aplica a todas las estancias.

6. El truco definitivo: ser previsores

Esa limpieza de primavera será mucho más rápida y menos costosa si a lo largo del invierno vamos adelantando trabajo. Una limpieza algo más exhaustiva de las ventanas de vez en cuando, dar un buen repaso a baños y cocinas con algo más de frecuencia o evitar acumular enseres que sabemos que no vamos a utilizar nos evitará mucho trabajo en el cambio de estación.

Esperamos que los trucos para enfrentaros a esta limpieza primaveral anual os hayan servido. Encontraréis mucho más en Westwingnow. ¡Seguro que hay algo para ti!

Fuente: habitissimo