vaporizando agua a una maceta

Si disfrutas en la naturaleza, si el verde te da vida, si no faltan nunca las flores en tu terraza o en tu casa, este artículo te interesará. Es una guía básica para rodearte de plantas y flores, y crear espacios más bellos y más saludables. No necesitas tener una gran extensión de terreno para conseguirlo. Puede que sí dispongas de un jardín o puede que vivas en la ciudad y solo tengas un balcón o el alféizar de una ventana. Sea cual sea tu caso, puedes conseguir tu rincón verde con estas claves imprescindibles de jardinería. Pongámonos los guantes ¡y a trabajar!   

¿Por qué cuidar un jardín es bueno para la salud? 

Cuidar las flores de tu jardín o de tu terraza reduce el estrés. Hay estudios que afirman que con solo media hora cuidando de nuestras plantas, baja en nuestro organismo el cortisol, la hormona responsable de que sintamos ese estrés, y con ello, mejora también nuestra memoria. 

Por otro lado, el ritmo pausado de la Naturaleza nos contagia y nos regala paz y calma. Un ejemplo: hacer semilleros y cuidarlos con mimo esperando a que broten las plántulas para trasplantarlas a nuestro huerto en el jardín, no es algo que se pueda hacer con prisa. Hay que tener paciencia y esperar el momento adecuado para llevar las plantas a su espacio definitivo y ver cómo crecen poco a poco. Esa paciencia lleva implícito un subidón de autoestima y es que ver cómo las plantas crecen, se hacen hermosas y dan frutos, nos hace sentir orgullosos. 

Hay otro beneficio nada desdeñable en los trabajos de jardinería: refuerzan nuestro sistema inmunológico porque, al ser tareas que se realizan en el exterior, estamos expuestos a la luz del sol y con ello, aumentamos los niveles de vitamina D en nuestro cuerpo, una vitamina que nos ayuda a absorber el calcio y, con ello, fortalecer nuestras defensas y nuestros huesos. 

¡Y claro! Si los trabajos en el jardín van más allá de cortar rosas o tulipanes y necesitas desbrozar el terreno, arar o cavar hoyos, la intensidad en los movimientos comportará gasto de calorías y acabarás perdiendo peso y tonificando y fortaleciendo músculos y articulaciones. Piensa que, trabajando en tu jardín a un ritmo intenso durante unos 45 minutos, perderás casi lo mismo que si hicieras ejercicio aeróbico. 

3 claves para tener un jardín perfecto 

  • Planta variedades autóctonas: siempre arraigarán mejor y se mantendrán con menos cuidados aquellas plantas y aquellas flores que sean autóctonas del lugar en el que vives porque estarán mejor adaptadas tanto al clima como al tipo de suelo.  
  • Piensa en el clima: cada especie requiere unas condiciones de temperatura, sol directo o sombra específicas. Tenlo en cuenta a la hora de elegirlas para tu terraza, tu huerto o tu jardín. Puede que unas plantas debas ponerlas cerca de muros para evitarles el aire. Puede que las debas plantar cerca de árboles para procurarles semisombra en determinados momentos del día. O puede que debas plantarlas a pleno sol, como en el caso de los girasoles o de la lavanda, para disfrutar de todo su esplendor. 
  • No puede faltarte un kit de herramientas de jardinería: te facilitarán el trabajo al máximo. Desde palas o azadas grandes si cuentas con un huerto en el que arar bancales, recoger hortalizas, etc., hasta herramientas más pequeñas de jardinería como tijeras de podar o palas y rastrillos de mano para mantener perfectas plantas como jazminesgeranios, etc.   

Las 5 tareas básicas del buen jardinero 

Chequea si las haces todas o si alguna de ellas se te escapa. Si es así, ponte con ello. Solo de esta forma conseguirás disfrutar de un jardín maravilloso: 

  1. Plantar: el secreto para que todas las plantas arraiguen bien en tu jardín es no plantarlas directamente en la tierra del jardín o de una maceta, sino hacerlo en un semillero. Así se controla mejor la parte más delicada del proceso de crecimiento, que es la germinación. 
  2. Regar: si tus plantas están en maceta, estas –también los semilleros– deberán tener agujeros para que el agua salga y no pudra las raíces, y si están plantadas en la tierra, esta deberá procurar también un buen drenaje. Debes evitar a toda costa que el agua se encharque porque ahogaría las plantas. 
  3. Abonar: indispensable cuando la tierra no es muy rica en nutrientes o quieres que tus plantas crezcan espectaculares y evitar, también, enfermedades. 
  4. Limpiar y podar: debes estar atento y eliminar malas hierbas, flores y ramas marchitas, o bien podar tus plantas cuando crezcan de forma desordenada. De esta manera siempre tendrás una terraza o un jardín bellos. 
  5. Controlar enfermedades y plagas: a ti te gustan las plantas… ¡y a los insectos también! Vigilar tu jardín y estar atento a posibles apariciones tanto de enfermedades como de plagas, es importantísimo para poder comunicarlo rápidamente a tus expertos en jardinería y que puedan ofrecerte el remedio adecuado y que el problema no se expanda a otros ejemplares.  

Pequeños trabajos de jardinería con grandes resultados 

Si no cuentas con un terreno para convertirlo en jardín y solo tienes, como decíamos, una terraza o una ventana, puedes conseguir también tu rincón verde particular. ¿Por ejemplo? Podrías crear tu pequeño jardín de hierbas aromáticas con unas macetas en una estantería de la cocina. Menta, albahaca, lavanda, perejil… Disponer de un conjunto de hierbas aromáticas como este, no solo decorará la estancia y te regalará los beneficios emocionales de los que hablábamos al principio del artículo, sino que también te ayudará a darle un toque muy aromático a tus recetas. ¡Ideal! 

Y de las hojas más pequeñas, pasamos a las más grandes, porque tenemos otra idea que también puedes llevar a cabo en el interior de tu casa: cultivar aguacates. Solo necesitas un hueso de aguacate y un vaso de agua, nuestros trucos y en menos que canta un gallo, conseguirás un aguacatero precioso para decorar tu casa y, con el tiempo, disfrutar de sus nutritivos frutos.  

La jardinería no se reduce a cuidar exteriores. También en el interior de tu casa puedes conseguir ese espacio verde relajante y bello que te regale toda la energía de la Naturaleza a dosis pequeñas ¡pero con mucho poder!  

¿Será la jardinería tu nueva afición?